La función de la columna es proteger el sistema nervioso. Cuando su estructura se altera, puede interferir en el funcionamiento de órganos, músculos, vasos sanguíneos, etc.
El dolor de espalda es un problema de salud muy frecuente, siendo una de las causas más importantes de baja laboral en la edad adulta. Existe una relación entre el dolor de espalda en la infancia y en la edad adulta, por lo tanto, prevenir el dolor de espalda en los niños es una tarea muy importante.
Los niños pasan la mayor parte del día en el colegio, y en él, la mayor parte del tiempo sentados, entre el 60-80% de la jornada escolar, a lo que hay que sumar el tiempo que dedican a hacer deberes, ver la televisión, jugar con videojuegos…
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1946, definió la salud como “un estado completo de bienestar físico, mental y social y no la simple ausencia de enfermedad”3. No cabe duda que los problemas de espalda inciden en el estado de bienestar y afectan de forma negativa a la calidad de vida de muchos ciudadanos de la sociedad actual. Las causas de estos dolores no son siempre problemas estructurales patológicos, sino que pueden estar determinados por malas posturas y sobre esfuerzos. Ésta y otras razones justifican trabajar los hábitos posturales en la infancia como prevención de estas dolencias tan características de la sociedad moderna.
Según estudios recientes5,6,7 el dolor de espalda tiene una prevalencia cada vez mayor en la población infantil y adolescente:
niñas niños
Menores de 10 años 10% 10%
De 10 a 12 años 42% 42%
De 13 a 14 años 70% 50%
En la población adulta. Aproximadamente el 80% han padecido en alguna ocasión dolor de espalda.
Los estudios disponibles demuestran que si un niño padece molestias de espalda de forma crónica, tiene mayor riesgo de seguir padeciéndolas cuando sea adulto. Teniendo en cuenta que los niños de hoy serán los adultos de mañana, se hace imprescindible darles a conocer medidas que les ayuden a mantener una adecuada salud física. La epidemiología y los factores de riesgo de dolor de espalda en niños y adolescentes están descritos ampliamente, pero los elaborados en los aspectos de si los factores de riesgo están asociados con dolor de espalda, presentan cierta división. Por lo tanto, existe la necesidad de estudios con rigor científico con respecto a los factores de riesgo y la eficacia de las intervenciones educativas.
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